Contradicción

A los que les guste el grupo U2 y quieran ir a ver su concierto en Barcelona están de suerte. Después de que en 54 minutos se agotasen las 90.000 entradas para el concierto del 30 de junio, un verdadero récord, la banda ha decidido que darán otro segundo el 2 de julio. No hay duda de que vayan donde vayan, el éxito está asegurado.

Sin embargo, en su país de origen se ha desatado una verdadera batalla contra ellos por predicar la pobreza mientras rehuyen los impuestos. Por ejemplo, Bono exige la cancelación de la deuda y el compromiso del 0,07% de los presupuestos estatales para dedicarlo al desarrollo de los países más pobres, entre otras cosas. Pero cuando le ha llegado la hora de poner la mano en el bolsillo para participar directamente en los fondos que van a ese 0,07%, Bono y sus colegas han optado por cambiar su nacionalidad fiscal. Desde el 2006, año en el que Irlanda decidiera derogar una ley que desfiscalizaba el trabajo de los artistas, U2 son holandeses, no irlandeses, ya que así se favorecen de los beneficios fiscales que ofrecen las Antillas Holandesas.

También se le achaca que en una de sus campañas para luchar contra el Sida, ha gastado 40 millones de dólares más en marketing que en la verdadera lucha contra la enfermedad.

"Bono puede hacer campaña para un mejor trato de los pobres del mundo, pero su banda se aprovecha de la mismas estructuras que provocan esa pobreza para la evasión de impuestos que roban billones a los países pobres. Al menos 160 mil millones de dólares -unos 126 mil millones de euros- son extraídos de países pobres cada año por multinacionales que mueven sus beneficios para evitar los impuestos. Necesitamos acción internacional para asegurarnos de que todo el mundo paga y paga lo justo." (Nessa Ní Chasaide, de la Coalición de Desarrollo y Deuda).

Por supuesto no son los únicos: André Agasi, los hermanos Sánchez Vicario, Fernando Alonso, Michael Schumacher, Luis Hamilton, Seve Ballesteros, Jorge Lorenzo, Phil Collins, Roling Stones... y supongo yo, y supongo bien, que un largo etcétera, se evaden de pagar impuestos multimillonarios y tienen sus dineritos en paraísos fiscales. Y no hablemos de bancos y grandes empresas. Escondrijos para la cuarta parte de la riqueza privada mundial, nada menos. Pero, ¿quién sabe? a lo mejor el chollo se empiece a acabar. Veremos.