... pero no se encuentra

Bueno, pues a una semana de la desaparición, tengo que deciros que no apareció. Creo que he probado casi todas vuestras sugerencias: con paciencia infinita he puesto comida por las habitaciones, me he quedado despierta mientras todos (pero todos) los demás dormían con queso en la mano, me he tirado al suelo linterna en mano para mirar debajo de lavavajillas, nevera, lavadora, radiadores y muebles y lo único que he encontrado, aparte de algunas pelusas, un botón y una par de monedas, es un tirón en la espalda y un dolor de rodillas que me han acompañado un par de días. Nada. No sé como pero ha desaparecido, no tengo ni idea de por donde se ha podido ir. Así que hemos dado por concluidas las pesquisas, mi hija se ha mentalizado y mañana iremos a por otro. Todo sea que aparezca el sábado y me junte con tres. He leído que las ratas pueden estar más tiempo que un camello sin beber. ¿Les pasará lo mismo a los hamster?