Agujetas

Ay! Estoy acarajota, dolorida y un poco tiesa. Y es que me ha dado por ir al gimnasio. Sí, porque una se mira al espejo, primero por aquí, luego por allá, y claro, que si voy teniendo años que me tengo que cuidar, que estoy mucho tiempo sentada, que si las lorcillas... Y después de seis meses diciendo que lo voy a hacer, pues eso, que lo he hecho.

Y allá que he ido yo, con mi ropa nueva comprada para la ocasión. Tenía, lo primero, una cita con la fisioterapeuta. Después de toquetearme durante un ratito, me dice que tengo no sé que en los músculos de la espalda ("¿estás mucho tiempo sentada, verdad?") y que me convendría darme unos masajes, realmente no sabe cuantos y que los bonos cuestan esto y lo otro. Vaya, entre el equipo, la mensualidad, la matricula y ahora también los masajes, voy a tener que vender un riñón. Me hice la sueca, le dije que tenia que mirar horarios y me escabullí rápidamente.

De ahí a la sala de fitness, a mi segunda cita. Hileras e hileras de máquinas que yo no he visto en mi vida. El entrenador esperando para decirme todo lo que tengo que hacer. Un exhaustivo interrogatorio sobre lo que quiero, cuanto tiempo llevo sin hacer deporte, si fumo.... etc. Terminada la valoración me dice que de actividad organizada de una hora ni hablar, que no quieren tener que llamar al Samur. Así que tengo que empezar muy despacito y que si quiero puedo tener un monitor para mí, que estará siempre ayudándome. Por otro módico precio más, claro. Me escaqueo nuevamente, diciéndole lo de la fisio, que no puede ser y que yo mejor a mi aire. Así que me da una "tablita" según él, suavecita para que esté así mas o menos un mes y luego ya veremos. Y yo que quería hacer bailes latinos o algo así de divertido...

Primero la bici. Esa bien. Eso sí, al uno que me han dicho que despacito. A mi lado un tio al 9 y sin despeinarse. Y yo sin saber donde mirar porque encima no supe poner la tele esa que tiene viene incorporada a la bici. Después, la cinta esa de andar. Guay, rapidito. Tampoco supe poner la tele en esta. Yo pensando, esto está chupao, hasta que me baje y casi me voy de bruces porque todo me daba vueltas, no era capaz de andar en un suelo que no se movía. Sin mover mucho la cabeza me voy a la zona de las pesas. Primero una para endurecer el pecho y otra los glúteos (esas, esas me molan). Vale, cumplido. Otra que ahora mismo no se para que era. Bueeeeeno, no vamos mal. Y por fin la terrible, esa que seguro la han construido siguiendo modelos de la Inquisición. La Máquina. La de los abdominales. Y encima me dice que ahí tengo que hacer más que en las demás.

La gota gorda, el corazón a cien, seguro que la tensión por la nubes y en la tercera serie haciendo el ridículo más espantoso porque ya no podía ni moverla. Nada, por más que tiraba aquello no se movía ni un poquito. Al final hice menos de lo que tenia que hacer y con una sonrisa y las piernas temblorosas, le dije que para ser mi primer día no esta mal, ¿no?

De vuelta a casa, agua con azúcar y un gelocatil que seguro que ayuda, pero nadie sabe lo que me ha costado sacar la ropa de la lavadora, me duele la tripa hasta por la espalda.

Dios, y mañana más. En fin, mientras no me pase lo que al del vídeo, no vamos mal.