Ayer cuando nos fuimos a tomar nuestra consabida cervecita del lunes (sí, con esto de la crisis hay que ponerse límites) me di cuenta que ¡¡por fin!!, a las 6 y media todavía era de día. Poco, es verdad, pero de día. Ni siquiera sé cuando ha ocurrido. Dios, que alegría que me llevé. Y es que a veces y a estas alturas, se me desploma el ánimo porque mira que se me hace largo el invierno. No me gusta nada que cuando Álvaro se va a trabajar y le doy un beso de despedida sea de noche y cuando regresa pues también. Y más este año, que esta siendo especialmente duro. Y como para gustos los colores odio el invierno, el frío y la nieve (y de paso el marrón). No puedo remediarlo, no me gusta nada. Este año y con la nevada que cayó en Madrid, me fue imposible quedarme en casa con un chocolate caliente y una buena manta como hubiera querido. Hice de tripas corazón y me aventuré a salir a la calle. Parecía una anciana de 127 años intentando no darme de narices contra el suelo... vamos, divertidísimo. En fin, que me he llevado una alegría, porque parece que se está acabando. Y es que si no me animo es porque no me da la gana, que al fin y al cabo solo estamos en enero y llega otro frente frío.
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2 comentarios:
Te entiendo perfectísimamente pq yo también odio el invierno, la lluvia, los días cortos y grises, y, sobre todo, la puta nieve!!! (lo mismo le pasa a Lolita, verás como cuando lea la entrada te lo dice ;))
Necesito ya q se acabe este invierno, también a mi se me está haciendo eterno, y pesadísimo!. Necesito la luz y el calor del verano, los días tumbada al sol, poder bañarme en mi mar de interior, ¡y usar sandalias, faldas y tirantes!, y tomarme una cervecita en una terraza...
Ánimo nena, q ya no queda naaaa! ;)
Besos!
No nos queda nada. Ya veras como antes de lo que crees estás revisando que camiseta de tirantes te pones, Ya sabes, esas que me gustan tanto...
Besos
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