¡Feliz Año Nuevo!

Para mí la navidad se divide en tres: semana de Nochebuena, semana de Nochevieja, semana de Reyes. Bueno, pues la primera ya ha pasado y podríamos decir que casi sin pena ni gloria. Lo más llamativo es que me tocaron 10 eurazos a la lotería y que me pase el día 23 peleándome con unas almejas que, nunca mejor dicho, se cerraron en banda y no se abrían las muy jodías. Eso sí, como pienso cenar lo mismo, las tengo preparadas para hoy. Es mi particular 2x1 (cocino un día, como dos). Poco que contar de la Nochebuena, tan solo que fue eso mismo, una noche buena, tranquila y de charla.

Me he pasado tres días más liada que la pata de un romano, con trabajo hasta las cejas. Hoy también, pero ahora ya se ha acabado. Y también el año. He aprendido a no hacer ni balances ni propósitos, porque no valen para nada y lo que tenga que venir vendrá, ya sea para bien o para mal. Solo sé que algunos años son peores que otros y aunque el 2009 no ha sido para lanzar cohetes ni para deleitarme recordándolo en mi vejez, he de reconocer que sí ha sido algo mejor que el 2008. Así que me despido de él con cierta pena, porque a mi edad a veces me vence el temor a lo que desconozco y a lo que aún esta por llegar.

Aún así me sigo deseando a mí misma lo mejor para el nuevo año, porque sigo teniendo el deseo de que sea un poquito mejor que este que se va y porque sigo teniendo sueños y esperanzas. No voy a hacer cuentas de lo que he perdido o he ganado. He vivido y no lo he hecho mal. Tengo muchas cosas de las que sentirme contenta aunque me falten algunas otras. Me imagino que como casi todos. Y aquí estaré (dentro de unas horas) el año que viene para seguir viviendo y seguir contándolo. Y por supuesto para seguir sabiendo de vosotros.

Os deseo de corazón a todos lo mejor para este nuevo año que entra.